DERRUMBE

• Fue en el sector del comedor y tampoco dejó heridos • Los empleados rechazaron los dichos del ahora ex subsecretario de Salud, Carlos Báez, quien había deslizado la hipótesis del sabotaje • Hay temor entre médicos y empleados • Las operaciones, de momento, sólo se hacen en Maternidad •                                      A sólo 24 horas del desprendimiento del cielorraso en el sector de Clínica Médica del hospital Ramón Madariaga, que obligó a la evacuación de los pacientes hacia los hospitales Favaloro y Fátima por precaución, los problemas volvieron a repetirse en la víspera en el área del comedor, donde ocurrió un hecho de similares características con la caída de la mampostería en la galería de acceso, que no provocó ningún lesionado pero que desnudó una vez más la fragilidad y falta de mantenimiento del añejo edificio.
Los trabajadores nucleados en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) que desarrollan sus tareas en el pabellón central, se mantuvieron ayer en estado de asamblea permanente. “Con lo que sucedió el miércoles, al caerse parte del cielorraso de la sala de clínica médica, la gente está aterrorizada por esa situación, preocupada por lo que puede sucederle a los pacientes y a ellos mismos. El edificio está muy deteriorado, tiene filtraciones de agua que se acentuaron con las últimas lluvias”, explicó Luis Vargas, un enfermero que es el delegado gremial y que lleva catorce años desarrollando su tarea en el Madariaga.
Como si todo esto fuera poco, el mismo Vargas aseguró que “el miércoles por la tarde en plena cirugía se cortó la luz y los médicos tuvieron que terminar de realizar los últimos puntos mediante la luz de un celular. El edificio está colapsado, ya no da más. La situación es desesperante. La gente ya no quiere ingresar más por temor a que se derrumbe, porque las paredes están rajadas en varios lugares”.